Cuando un ser querido entra en una situación de dependencia, es normal que surjan muchas dudas sobre cómo adaptar nuestra vida laboral para poder cuidar de esa persona. Entre las opciones que existen, dos suelen destacar: la reducción de jornada y la excedencia por cuidado de familiar dependiente. Aunque a simple vista puedan parecer similares, tienen diferencias importantes que conviene conocer para tomar la mejor decisión según las necesidades familiares y personales.

En este artículo te explicamos de forma sencilla qué implica cada opción, los beneficios que ofrecen, los requisitos que debes cumplir y cómo pueden ayudarte los servicios sociales y la ley de dependencia.

 

¿Qué se considera una situación de dependencia?

Antes de hablar de permisos laborales, es importante entender qué significa estar en situación de dependencia. Según la ley de dependencia, una persona dependiente es aquella que, por razones de edad, enfermedad o discapacidad, necesita apoyo para realizar actividades básicas de la vida diaria.

Esta situación se clasifica en diferentes grados:

  • Grado I (dependencia moderada)
  • Grado II (dependencia severa)
  • Grado III (gran dependencia)

Una vez reconocido el grado de dependencia por parte de la comunidad autónoma, se pueden solicitar diferentes recursos, como servicios profesionales o una prestación económica para cuidados en el entorno familiar, siempre que se cumplan ciertas condiciones.

 

¿Qué es la excedencia por cuidado de familiar dependiente?

La excedencia por cuidado de familiar dependiente es un derecho laboral que permite a cualquier trabajador ausentarse de su empleo durante un tiempo para dedicarse al cuidado de familiares en situación de dependencia.

¿Quién puede solicitarla?

Cualquier trabajador por cuenta ajena que tenga un vínculo de consanguinidad o afinidad hasta el segundo grado con la persona dependiente. También se puede solicitar por cuidado de hijos, incluso mayores de edad, si se encuentran en situación de dependencia.

¿Cuánto dura?

La excedencia puede durar hasta un máximo de dos años, aunque algunas normativas autonómicas o convenios laborales pueden ampliarla.

¿Qué implica?

  • Durante el periodo de excedencia, el contrato queda suspendido.
  • Se conserva el derecho a reincorporarse a la empresa.
  • No se cobra salario, pero en algunos casos se puede acceder a ayudas públicas.
  • Se mantiene el cómputo de antigüedad laboral y ciertos derechos ante la empresa.

La excedencia no implica estar desconectado completamente del sistema. Puedes seguir recibiendo apoyo de los servicios sociales, así como orientación sobre prestaciones o cuidados en el hogar.

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¿Qué es la reducción de jornada?

La reducción de jornada por cuidado de familiares permite disminuir el número de horas de trabajo al día para atender a un familiar en situación de dependencia, sin tener que abandonar el empleo por completo.

¿Quién puede solicitarla?

Al igual que la excedencia, está pensada para quienes tienen un familiar de hasta segundo grado con grado II o III de dependencia. También es válida para cuidar de hijos menores o mayores con discapacidad o enfermedades graves.

¿Cuánto se puede reducir?

El trabajador puede reducir su jornada entre un octavo y la mitad del tiempo habitual, ajustándose a las necesidades del cuidado y a las condiciones del trabajo.

¿Qué implica?

  • Se sigue trabajando, pero menos horas.
  • El salario se reduce proporcionalmente.
  • Se mantiene el alta en la Seguridad Social y las cotizaciones.
  • En caso de despido o baja, se tienen derechos similares a los de una jornada completa.

La reducción de jornada puede ser una solución flexible si necesitas compatibilizar tu empleo con el cuidado de un familiar sin dejar por completo tu puesto.

Ayudas para familiares dependientes

¿Existen ayudas por cuidar a un familiar dependiente?

Sí. Si decides asumir el cuidado, existen algunas opciones que pueden ayudarte económicamente, especialmente si eres parte de las llamadas cuidadoras no profesionales, es decir, familiares que prestan atención directa en el entorno del hogar.

Una de las más comunes es la prestación económica para cuidados en el entorno familiar, que otorgan las comunidades autónomas a través del sistema de la ley de dependencia.

Para poder recibirla, deben cumplirse varios requisitos:

  • Que el cuidado lo realice un familiar en el hogar.
  • Que el dependiente tenga reconocido un grado II o III.
  • Que los servicios sociales aprueben esta opción como la mejor alternativa de atención.

Esta ayuda no sustituye al salario, pero puede aliviar la carga económica que implica cuidar de un familiar a tiempo completo.

 

¿Qué opción me conviene más?

No hay una única respuesta. La elección entre reducir la jornada o pedir una excedencia por cuidado de familiar dependiente dependerá de:

  • Tu situación económica.
  • El grado de dependencia del familiar.
  • Tu rol dentro del entorno familiar.
  • La disponibilidad de otras redes de apoyo.

Si necesitas cuidar de forma intensiva y constante a una persona en situación de gran dependencia, la excedencia puede darte el tiempo y la libertad para hacerlo bien. Pero si puedes combinar tus responsabilidades laborales y familiares, la reducción de jornada es una alternativa menos drástica y con menor impacto en tu trayectoria profesional.

 

¿Qué dice la legislación?

Tanto la reducción de jornada como la excedencia por cuidado de familiar dependiente están reconocidas en el Estatuto de los Trabajadores, y han sido reforzadas por medidas como el Real Decreto Ley 5/2023, que amplía los derechos para la conciliación familiar, especialmente en casos de dependencia.

Es recomendable estar al tanto de las actualizaciones normativas y consultar con un abogado laboral o los propios servicios sociales de tu comunidad para tener información actualizada y ajustada a tu situación.

Cuidar también es un derecho

Cuidar de quienes más queremos no debería ponernos entre la espada y la pared. Afortunadamente, el marco legal español contempla diferentes opciones para adaptar el trabajo a las necesidades familiares. Ya sea a través de una reducción de jornada o una excedencia por cuidado, tienes derecho a reorganizar tu vida laboral sin renunciar a tu bienestar ni al de tu familiar.

Pero recuerda: no tienes que hacerlo todo tú solo. En VivoFácil estamos para apoyarte. Ofrecemos servicios de cuidadores en casa, adaptados a las necesidades reales de cada familia y cada persona dependiente. Nuestro equipo profesional te ayuda a que el cuidado sea más humano, más cercano y más fácil y sobre decidir que te conviene más, si una reducción de jornada o una excedencia por cuidado a familiares.

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