La diversidad está de moda
La modelo Jillian Mercado (@Jilly_Peppa), que tiene distrofia muscular. Fotos cedidas a El Mundo por INSTAGRAM
«Hay gente que ve ridículo que quiera estar aquí. Pues bueno, no me voy a ir. He llegado y pienso quedarme». El «aquí» al que se refiere Jillian Mercado, neoyorquina de padres dominicanos, es el mundo de la moda. Y lo «ridículo», para algunos, es que sea modelo. Porque tiene algo distinto a las demás, algo que no suele verse en las pasarelas, algo que la diferencia mucho de sus compañeras de desfiles y de campañas publicitarias. Jillian va en silla de ruedas.
Después de un diagnóstico de distrofia muscular (enfermedad genética que causa debilidad y degeneración progresiva de los músculos) y de 13 operaciones en las piernas, dejó de caminar del todo en la adolescencia y se vio obligada a utilizar la silla. Pero eso nunca la detuvo para perseguir sus metas. «Yo soy muy independiente y mi madre nunca me trató como alguien especial. Siempre fui normal, aunque odio esa palabra, porque creo que nadie lo es. Todos somos diferentes y ésa es la riqueza de nuestro mundo», cuenta Jillian por videoconferencia a EL MUNDO, desde los alrededores del Lincoln Memorial, en Washington D.C., donde ha estado con su familia.
Se graduó en el Fashion Institute of Technology de Nueva York, en la actualidad escribe sobre estilo y tendencias en su blog y su carrera como modelo despegó cuando la firma Diesel la fichó para que fuera imagen de su publicidad (2013). Se enteró por Facebook de que el director creativo de la marca buscaba nuevos rostros y, casi sin pensárselo, le envió fotos suyas. «Por probar», admite entre risas. Poco después estaba en todas las revistas de moda y encadenando trabajos. «Supongo que al principio algunas marcas me cogían por provocar, por ver qué reacción causaba el contar conmigo. Pero soy muy cabezota. No hago las cosas al 100% sino al 120%. Soy latina, voy en silla de ruedas. Está claro que no soy lo que se dice el prototipo de modelo. Pero me gustan los retos. Y que digan lo que quieran. Esta es la revolución de la diversidad y no se va a detener», dice convincente.
Jillian Mercado, cuyo alter ego en las redes es Jilly_Peppa, es una de las caras seleccionadas por la red social Instagram para su iniciativa #runawayforall(pasarelas para todos), en la que tratan, tal y como explica Kristen Joy Watts, una de sus impulsoras, «de resaltar a algunos de los modelos más valientes, que están construyendo sus propias audiencias y contando sus propias historias». La idea esdar visibilidad a «estrellas incipientes que no se ajustan a los moldes tradicionales de la industria, sino que de hecho, la están redefiniendo».
Junto a Mercado, se han unido a esta revolución Mama Cax (@Caxmee), una modelo haitiana, negra y con una pierna amputada, para quien la iniciativa supone la posibilidad de que «cualquier adolescente pueda sentirse representado cuando presencia un espectáculo de moda». Cax nunca aspiró a ser una modelo y «hace ocho años, después de que me amputaran la pierna, esa idea estaba aún más lejos». Pero cosas del destino, llegó a las pasarelas y, ahora, «a través del modelaje espero poder mostrar que la belleza no siempre es una talla cero y no es siempre caminar con dos miembros». También apoya la causa Shaun Ross (@shaundross), modelo albino que ve la red social como «un mundo en el que todos somos tratados por igual». Cuando Ross empezó a desfilar, hace casi una década, «era el único modelo negro con albinismo. Recuerdo el primer día que entré en la industria. Todos mis compañeros eran iguales. Diez años después, creo que la elección que tomé ha ayudado a ver que hay muchos tipos de belleza. Yo nunca he intentado disimular lo que soy», recalca.
España no es un país inclusivo
En estos meses en los que se celebran las semanas de la moda más importantes del mundo, un escaparate con una repercusión global, que se muestran sobre las pasarelas diseños transgresores, originales y mezclas imposibles, la selección de modelos sigue siendo bastante homogénea. «Han cambiado cosas, estamos abriendo camino, pero paso a paso», reconoce Jilly Peppa.
El diseñador indio radicado en Londres Ashish Gupta, que también participa en #runawayforall, considera que «la pasarela de la diversidad es tan importante porque vivimos en una sociedad diversa que debe ser reflejada». Y se pregunta:«¿Cómo puede ser la definición de la belleza tan limitada?». Gupta también considera que el lenguaje tiene que cambiar, «que es ofensivo cuando la gente usa palabras como tolerante en un contexto de inclusividad. No creo que se deba tolerar a las personas, sino acogerlas y celebrarlas».
«La moda, aunque sea duro decirlo, no es un sector avanzado en el tema de la inclusión. Se están haciendo pinitos, pero aún son escasos. Y la industria tiene que ser consciente de que sus clientes son diversos y que deberían identificarse más con el consumidor final», declara Mar Aguilera, directora de la Fundación Alares, especializada en discapacidad y en el cuidado de las personas. «Iniciativas como la de Instagram son acertadas, porque la única manera de visibilizar a un determinado colectivo es, precisamente, que se haga visible, que se elimine el elemento inconsciente que todos tenemos y que nos hace pensar, desde nuestros prejuicios y no desde el conocimiento, que esas personas hay cosas que no saben ni deben hacer», añade.
En España viven algo más de 46 millones de habitantes y 3,7 millones tienen una discapacidad certificada. «Las pasarelas, al igual que tienen color en los tejidos, deberían tener color en las modelos. Y no me refiero sólo a la piel, sino a la diferencia. No hay que dar un espacio distinto a los desfiles de personas con Síndrome de Down, por ejemplo, porque no son pasarelas de segunda. La mezcla es lo que hace nuestro mundo», destaca.
Beatriz Coleto, coordinadora general de Alares Social, cree que «las grandes firmas de moda sí están haciendo avances para incluir a personas con discapacidad, pero hay que ahondar más, porque son actos muy puntuales. Por eso impactan. Cuando salga en la pasarela un modelo con discapacidad y no sorprenda es cuando realmente se habrá logrado la integración». Según ella «nos fijamos en la moda por su repercusión, porque lo que ahí se hace puede ayudar a cambiar las cosas rápido. Pero lo cierto es que nuestro país no tiene nada de qué presumir. España está muy a la cola en cuanto a integración».
Coincide Aguilera, que sostiene que «el nuestro es un país muy paternalista. Somos muy solidarios, nos volcamos mucho con los colectivos en riesgo… pero a la hora de la verdad no integramos a la gente. Las empresas, de todos los ámbitos más allá de la moda, no entienden que la diversidad puede ser un valor añadido para ellas».
Para Jillian, con varios proyectos entre manos, «no importa cómo seas o los obstáculos a los que te enfrentas. A lo mejor yo no puedo ponerme esta bota, pero sí este zapato, que es incluso más bonito. Es evidente que hay cosas que no puedo hacer. Tengo un palito para recoger la ropa que se me cae, a veces necesito ayuda para ponerme los pantalones y, si la gente tarda 15 minutos en vestirse, a mí me lleva una hora. Pero ¿y qué? Si te digo que no he sufrido rechazo, te miento, perono soy ninguna pobrecita.
A sus 28 años sabe que está de moda, pero recuerda que «de pequeña me daba vergüenza ser tan diferente y era muy tímida, pero ahora creo que tengo una responsabilidad». Es consciente de que su faceta pública y su actividad en las redes sociales la expone a las críticas, pero a ella le gusta eso. «Me gusta la crítica porque me gusta comenzar conversaciones. Lo fabuloso es hablar», dice sin rodeos.
Jilly Peppa lo ve claro: «tengas lo que tengas, hay que vivir cada día como si fuera el último y luchar por los sueños. Aun en silla de ruedas».
Autora: Isabel F.Lantigua
Publicado en El Mundo
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