Jóvenes con discapacidad, más capacitados que nunca
La mayoría de millennials con discapacidad considera que su situación refuerza sus valores
A pesar de ser una generación más preparada y de haber aumentado las tasas de empleo con respecto a años anteriores, los datos de contratación de jóvenes con discapacidad aún deben mejorar.
Según el informe “Millenials con Discapacidad, motor del futuro” elaborado por la Fundación Adecco y por JYSK, el 72% de los encuestados cree que contar con una discapacidad refuerza en gran medida valores profesionales. Cualidades como la constancia, el esfuerzo y la resistencia a la frustración. Y a pesar de esta creencia, el 60% piensa que no encontrará trabajo en menos de un año. De hecho, el 35% de personas con discapacidad que pertenecen a la generación millennial son desempleados de larga duración, lo que explica el pensamiento pesimista de éstos.
La tasa de paro de los jóvenes con discapacidad es 32 puntos más alta que los que no tienen discapacidad
Los datos extraídos del Observatorio sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo de la Fundación ONCE demuestran que todavía hay que luchar por introducir a las personas con discapacidad al mercado laboral. Solo en la Comunidad de Madrid, hay registrados desde enero de 2016 hasta junio de 2018, un total de 20.000 personas con discapacidad en situación de desempleo. De 60.100 ocupados, los contratos que se realizan a menores de 25 años son 2.782.
En todo el país, hay 1.840.700 personas con discapacidad en edad de trabajar (de entre 16 y 64 años), lo que supone un 5,9% de la población total. El estudio también nos ofrece la tasa de paro de personas con discapacidad, que es del 28,6%, del cual el colectivo joven representa el 4,9%.
Cada uno de estos datos refuerza la idea de que, a pesar de seguir avanzando en materia de empleo para personas con algún tipo de discapacidad (independientemente del porcentaje de ésta), hay que seguir luchando por hacer comprender a la sociedad que más allá de la discapacidad, está la capacidad de cada persona. El colectivo joven todavía precisa de apoyo para introducirse al mercado laboral y aún queda mucho por hacer para que las empresas se den cuenta de que el futuro también se encuentra en ellos. Contratar a personas con discapacidad o externalizar sus servicios confiando en un Centro Especial de Empleo es una apuesta segura para contar con trabajadores y trabajadoras comprometidos.
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