Siete compras para fidelizar a un cliente
Conseguir que una persona se enamore de nuestra marca no es fácil, pero si además tenemos que conquistarla con un producto nuevo, la cosa se complica. Por ello, debemos poner la máxima atención en investigar cuál es el plan de acción adecuado para lograr nuestros objetivos.
Según un estudio de Nielsen, para que un producto que llega nuevo al mercado se convierta en algo indispensable para el consumidor, éste tiene que meterlo en la cesta un mínimo de 7 veces. El mismo análisis demuestra que alrededor de la mitad de clientes no compra el mismo producto una segunda vez, por lo que llegar a una séptima parece difícil, pero no es imposible.
La experiencia de compra vuelve a ser la protagonista
Una vez más se demuestra la gran importancia que tiene el momento de la adquisición de ese producto o servicio. Si no cubrimos las necesidades de las personas y no damos respuesta a sus expectativas, tenemos un 30% más de probabilidades de formar parte de las empresas cuyas estrategias de fidelización fracasan.
El estudio también nos ha permitido conocer cuál es el porcentaje de compañías que lanzan un producto o servicio y no tienen la respuesta esperada. 8 de cada 10 empresas que destinan menos de un 2% de su presupuesto a investigar las necesidades del consumidor no logran clientes leales.
Es igual de relevante dar un apoyo continuado durante, mínimo, los tres años siguientes. Solo un 20% de novedades que aparecen en el mercado mejoran sus resultados con respecto al año de lanzamiento. Si la experiencia de compra desde el primer minuto es buena, tenemos muchas más probabilidades de convertir esa novedad en una necesidad para el cliente. De hecho, el informe Tomorrow’s Experience Today, del Centro Global de Excelencia para Clientes de KPMG, las marcas que aportan al cliente una vivencia satisfactoria incrementan en un 54% sus ingresos.
Varios estudios nos han demostrado que para que los clientes de una marca sean leales a ella, lo más efectivo es dar una respuesta real a sus necesidades y mostrar interés por su día a día. De esta manera aportamos valor a sus vidas y nos convertimos en un imprescindible.
No solo la primera experiencia de compra debe ser perfecta. Toda vivencia que la firma ofrezca debe conceder al consumidor prestaciones que faciliten su vida y que le hagan ver que ésta se preocupa por cuidarlo. Porque solo aportando valor a las vidas de nuestros clientes, seremos esenciales para ellos.
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